Duelo, Sanación, Herramientas y Amor: Mi Viaje con Martha

Me tomó un año hacer este post. Pasé por todas las emociones, reconociendo altos y bajos, sin dejar de lado la opinión, sentimientos, agradecimiento, entendimiento y aceptación total ante la muerte. Sin embargo, tuve que vivir la experiencia humana del desapego de la parte física, lo cual me ocasionó una sensación de gran dolor en mi chacra corazón y plexo solar. Las palabras fueron insuficientes; sentí nostalgia al recordar a personas que amo y lugares felices. Experimenté una tristeza que parecía, al menos por un tiempo, debilitante. Sin embargo, luego pude sentir y vivir la belleza del mundo otra vez, sabiendo que todo es perfecto y obra para el mayor bien de cada ser. El momento de la partida es total y de libre albedrío, un tema entre Dios y el alma.

La partida de Martha Ayure causó en mí una sombra profunda por un tiempo, el que necesité para procesar. Ella, más que mi tía, era una hermana, confidente, madrina de matrimonio y alcahueta. Su energía siempre está conmigo; la siento a diario. Agradezco con mi alma nuestro tiempo juntas, agradezco todo lo que hiciste por mí, tus consejos, nuestras conversaciones interminables hasta que ya no lo fueron. Agradezco tu mano en mi hombro y tus brazos siempre abiertos, los momentos felices, las risas, las canciones con tu forma particular de cantar, las mil veces que bailamos salsa. El tiempo es perfecto, y aunque tu cuerpo no está aquí, te siento conmigo. Puedo verte sonreír y escuchar tu voz.

Aquí les comparto algunas de las herramientas que usé para ayudarme a atravesar ese momento:

* Me permití sentirlo todo. Recuerda que, sin importar las herramientas que tengas, no puedes evitar los procesos; somos seres espirituales viviendo la experiencia humana.

* Expresé el sentimiento, dándole forma a través de la articulación, llegando a entender mi dolor espiritual.

* Trabajé con terapias que agradezco tener disponibles, como la cuántica, el reiki, la sanación pránica y las energías angelicales, para ayudar a enfocar la visión, armonizar la energía y restaurarme.

* Me sumergí en el mar y utilicé aromaterapia.

* Practiqué meditación profunda en movimiento, sincronizada con pensamiento direccional y mantras.

* Compartí con amigos de confianza.

* Mis coaches y maestros fueron maravillosos.

Estoy agradecida. Estoy llena de amor por todo lo que soy, por lo que ella es, un ángel de luz, por lo que tengo y por lo que puedo disfrutar de su legado en esta dimensión, como son sus hijos José y David y nieto Tiago, mientras nos volvemos a encontrar al ascender al lugar de amor divino de donde vinimos.

Por siempre tu vida en la mía. Te amo, te amo, te amo, tía de mi alma.